El lugar es increible, aún quedaba nieve y tuvimos alguna tormenta de nieve mientras estábamos de camino, pero con las ruedas de invierno (clavos) no hubo ningún problema. Nada que ver con las cadenas que usamos en España, jeje.
Tromsø está en una pequeña isla, y los alrededores son fiordos e islas, que merece la pena visitar pese a estar lleno de nieve. Supongo que en verano cambiará el panorama, pero bueno, así tengo una excusa para volver algún día :)
Dormimos en una cabaña de un camping, pequeña pero acogedora, y descubrimos que en estas fechas apenas es de noche un par de horas escasas:
Visitamos la ciudad de Tromsø y sus alrededores:
Y también nos movimos entre las diferentes islas y fiordos:
A la vuelta nos encontramos mogollón de renos, no sé que lamían en mitad de la carretera... pero los puñeteros no se apartaban:
Y quizás sea este el recuerdo que me llevo de este viaje:

Un viaje genial, que habrá que repetir algún día :)
1 comentario:
Ey! Simplemente avisarte, por si me siguieras leyendo que me he mudado a: http://therivernavigator.wordpress.com.
Bss
PD. Mola la vida erasmus.
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